segunda-feira, 3 de dezembro de 2007

Olé comentando nossa desgraça


Tengo mucha fe en que Corinthians va a ganar", dijo el presidente Lula, durante la mañana. Está al mando de Brasil pero no pudo evitar el descenso del club de sus amores a la B: tras el 1-1 ante Gremio, el Timao perdió la categoría.

Se salvó el Goiás, que venció 2-1 al Inter. Este partido estaba sospechado: la torcida gaúcha quería perder para vengar el título del Brasileirao 05, que el Timao, con Tevez y Mascherano, se llevó por la repetición de 11 partidos que habían sido arreglados para favorecer a apostadores. En la cancha, no hubo actitudes extrañas en el Inter. Sí algo no habitual: lo del juez asistente Hilton Moutinho, que con el partido 1-1 hizo repetir dos veces un penal del Goiás. Los dos primeros remates, de Paulo Baier, fueron atajados por Clemer. Pero Moutinho levantó la bandera por adelantamiento del arquero, algo evidente sólo en la segunda chance, y el juez Djalma Beltrami acató. El tercer penal lo metió Elson, el mismo jugador que en el 2002, con Vitoria de Bahia, mandó al descenso a otro grande, Palmeiras.

Mucha tristeza. En Corinthians hubo escenas patéticas. De los jugadores y los 3.000 hinchas que fueron a Porto Alegre. En la torcida lloraron desde los últimos 10 minutos. El impotente Heverton, que ingresó por Vampeta, fue expulsado por una infracción. Betao, el mejor amigo que tuvo el Apache en el plantel, se tapó la cara con la camiseta para que no lo vieran lagrimear. El arquero Felipe dijo: "No somos dignos de esta camiseta". Y lanzó una acusación sin nombres: "Tres o cuatro jugadores del Inter entregaron el partido".

Corinthians, el club paulista más popular, se fue a la B por 1 vez en 97 años. Fue la consecuencia del pésimo final de la experiencia del MSI, que además de un gran plantel prometió un estadio. El grupo inversor de Kia Joorabchian y el magnate ruso Berezovsky se despegó a mitad de año, y hasta el presidente Dualib renunció, con acusaciones de lavado de dinero.

Hoy, 33 millones de hinchas no tienen consuelo.






Resumindo: Uma massa toda cai diante de jogadores incompetentes e promessas vãs.

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